lunes, 12 de noviembre de 2012

Navida en Mi Bello Panamá



La navidad en Panamá y sus costumbres



Pasar la navidad en Panamá es una experiencia inolvidable no solo por su gente amable sino por la gran variedad de culturas que se mesclan para estos días.
En Panamá ya se respira aires de navidad, a pesar de que el mes de noviembre se celebran una serie de fechas concernientes a la conmemoración de los 106 años de vida republicana que es cuando se separa de la Gran Colombia, 1903 y la independencia de Panamá de España, acaecida un 28 de noviembre de 1821.
Es un país cuya idiosincrasiaes múltiple debido a las distintas etnias que a lo largo de su historia han dejado sus huellas en el acontecer nacional, especialmente en lo que a cultura se refiere.

La llegada de la navidad a Panamá en la época colonial

Al llegar los españoles en 1502 a territorio panameño comienza la dominación de la población indígena y entre sus métodos de sometimiento estuvo el inculcarle una nueva religión, la católica y con ella la celebración de la navidad.

Así mismo al traer esclavos de los países africanos y de las Antillas para trabajar en las minas, la agricultura y otros menesteres y estos al mezclarse con la población autóctona y la española crean una combinación de cultura producto de esta unión.
Sus creencias, temores y dioses que ellos traían fueron mezclándose con las creencias del lugar lo que da pie a la aparición de ritos propios de cada una de las generaciones que la precedieron a lo largo de más de 4 de siglos y que hoy se intentan preservar.

Durante la construcción del Canal de Panamá muchos trajeron sus propias costumbres

La idea de un Canal por el Istmo Centroamericano fue acariciada desde casi a la par de la colonización española quienes buscaban el lado más angosto para poder cruzar sus tesoros de mar a mar.
Fueron los franceses quienes luego de diversos estudios llegan a intentar realizar la hazaña de la construcción de una vía interoceánica, donde muchos de ellos dejarán no solo sus vidas sino también su cultura.
La construcción del Canal de Panamá por los norteamericanos se inició en 1904, casi un año después de separarnos de Colombia, requiriendo un gran caudal de personas que en ese momento no podía darla la población autóctona del lugar.
Provenientes de todos los rincones del mundo, llegaron españoles, italianos, ingleses, franceses, europeos de todas partes, antillanos, chinos, indostanos, una gama de etnias que pasaron a formar parte de la planilla de los empleados del canal de Panamá.

La población panameña rica en cultura navideña debido a las costumbres foráneas

La población de Panamá es de casi tres millones de habitantes distribuidos en toda la república, pero principalmente se encuentra asentada en los centros urbanos como la ciudad de Panamá, Colón y David.
La mayoríaprofesa la religión católica, y dentro de esta población hay una sector poderosamente económico que no celebra el acontecimiento del nacimiento del niño Jesús, pero se incorpora a la conmemoración del mismo.
Entre los más sobresalientes están la hebrea o judía, los indostanos y los chinos, segmento poblacional muy importante puesto que ellos dominan casi todo el sector comercio.

La navidad en Panamá

Los panameños se sumergen en un espíritu de paz y hermandad con foráneos y nacionales, en el mes de diciembre. Cada familia trata de estar bien presentados, con música de todo tipo para bailar; otros reflexionan sobre lo actuado durante todo el año.
A las doce de la noche, los cristianos van a la “misa de gallo” luego en familia se procede a colocar al niño Jesús en los distintos nacimientos que en cada casa se conservan para la ocasión.
Muchos extranjeros que han pasado una Nochebuena en Panamá reiteran su deseo de regresar cada año.
Por las distintas barriadas se observan las posadas que visitan los nacimientos al son de villancicos navideños y los niños abren sus regalos.
Pero a la par de esto, se observa la colocación del árbol de navidad, costumbre anglosajona heredadas por los que estuvieron por casi un siglo administrando el Canal de Panamá.

La cena panameña

En estas fiestas no falta los tamales, el arroz con guandú y coco, el pavo (otra costumbre heredada), el lechón o puerco, dulces, el “bon” (un rico pan con pasitas y miel que la comunidad negra prepara para estas fiestas y semana santa) con queso amarillo, se organiza la cena panameña navideña la cual es degustada luego de las doce de la noche.
Es tradicional ver cómo las diversas etnias y clases sociales exponen sus viandas en distintos eventos, pudiéndose disfrutar de la más variada comida, bebidas y obsequios traídas y preparadas para estas festividades de todos los rincones del mundo.
Una mezcla de tradiciones se da por estos días en navidad, donde todos se hermanan en un solo espíritu de paz, la cual culmina el 6 de enero, con la quema de los arbolitos en las distintas playas del país, día de la llegada de los reyes magos al pesebre en Belén.


Navidad en Portugal

Navidad en Portugal


A pesar de ser un país unificado en Portugal la navidad se festeja de distintas formas de acuerdo a la ciudad de la que hablemos. En el norte, la celebración gira en torno a las leyendas y los rituales de las tradiciones normandas mientras que en el centro y sur del país se siguen las tradiciones del rito católico con sus belenes y sus misas.
Más allá de las diferencias, el fuego es uno de los grandes símbolos de estas fiestas, la quema de leña es una antigua tradición y se cree que cuanto más grande es el tronco mejor será la cosecha del Año Nuevo. Por lo general se realiza después de la Misa de Gallo, que da comienzo a los festejos navideños y al que concurren muchos fieles católicos la noche de Nochebuena.
Papá Noel es “Pai Natal” y deja los regalos junto a los portales de Belén, algunos de ellos vivientes y otros con las figuras tradicionales. En la región de Castelo Branco, la navidad se aleja de las tradiciones que conocemos y así es como en Benquerença (los jóvenes recorren las calles con platos de harina dibujando cruces blancas en las puertas de las casas. Esta escena remite a la historia, cuando uno de los soldados de Herodes que buscaba a Jesús, llegó a una puerta trasera en la que se ocultaba la Virgen María con el Niño Jesús y la marcó con harina antes de ir a buscar ayuda. Cuando el soldado volvió con su tropa descubrió que todas las puertas de la calle estaban marcadas con ese símbolo.

Navidad en Suiza

Navidad en Suiza

El termómetro no siempre marca los festejos y así es como a pesar del crudo invierno suizo, las ciudades y pueblos viven con alegría los festejos de navidad. Al igual que sucede en otros países, los mercadillos cobran una importancia especial durante el mes de diciembre pues allí es posible encontrar distintos productos típicos, desde adornos hasta alimentos, y hasta encontraréis algunos platos tradicionales elaborados por manos expertas. Uno de los más concurridos es el de Montreaux, que cuenta con 80 puestos.
Si hablamos de Papá Noel, allí lo llaman San Nicolás y llega al país el 6 de diciembre acompañado por su ayudante Schmuzli. Ambos se ocupan de visitar a los niños y verificar si se han portado bien durante el año. En ese caso, les regalan bolsas con dátiles, nueces, mandarinas, higos y chocolate.
Lo llamativo de los festejos de fin de año en Suiza es que si bien la Nochebuena es un acontecimiento familiar la Nochevieja se celebra con amigos y durante la noche el alcohol corre como nunca, es por eso que incluso existen los “narices rojas”, que controlan a los conductores ebrios. Por lo general después de cenar los suizos salen a festejar a una fiesta y celebran la llegada del Año Nuevo con fuegos artificiales.

Navidad en Polonia

Navidad en Polonia


Ya hemos entrado de lleno en el mes de diciembre y una vez más comenzamos a pensar en la navidad. Si bien es algunas tradiciones son compartidas en todo el mundo lo cierto es que cada país tiene sus particularidades.
En Polonia por ejemplo la navidad se vive como un festejo muy privado quizá debido a la arraigada tradición católica. Las comidas abundantes y el ambiente familiar son los grandes protagonistas de estas fiestas aunque las ciudades también se tiñen de rojo y verde con la decoración típica que puede verse en las calles y en los mercados callejeros.
Una tradición muy especial es el festejo del Día de San Nicolás el 6 de diciembre. Es entonces cuando algún familiar se disfraza con barbas blancas y el típico traje de Papá Noel. También es famoso el belén de títeres con las figuras del pesebre, que cuenta con un pequeño escenario para las marionetas.
El día de Nochebuena es común que en la mesa se agregue un cubierto más y una hoja de oblea que se parte como símbolo de reconciliación. Por otra parte, un puñado de heno en el pesebre simboliza el nacimiento de Jesús. En algunos lugares también tienen lugar las rondas de navidad, es decir escenas cómicas que se representan de puerta en puerta.

Navidad en Holanda

Navidad en Holanda


Los holandeses son famosos por su tendencia a la diversión. Por si fuera poco, son tienen un espíritu libre que muchos de vosotros podéis disfrutar si pisáis las calles de Ámsterdam.
Quizá por esa razón, allí la navidad comienza a festejarse con antelación. Desde mediados de noviembre las calles se visten de fiesta para celebrar el nacimiento del niño Jesús. Luces, adornos y colores coronan la llegada de San Nicolás –así lo llaman allí- quien curiosamente llega en barco desde España luego de haber tomado nota en su libro rojo de los regalos ansiados por los niños.
El 5 de diciembre es un día muy especial para los peques pues ese día llega San Nicolás con su ayudante Zwarte Piet –Pedro el Negro-para repartir los regalos en las casas. Para celebrar, los niños escriben poesías pues los regalos deben estar empaquetados con creatividad y deben contar con una poesía.
Si hablamos de decoración, en la navidad holandesas no faltan las flores y plantas típicas que pueden conseguirse en el Mercado de las Flores de Ámsterdam. Por otra parte, el árbol se arma sólo 10 días antes de la Nochebuena.

Navidad en Bélgica



NAVIDAD EN BÉLGICA 
 
Cuando llega la Navidad toda Bélgica se llena de lucecitas, de dulces de dulces especiales de navidad, de figuras de chocolate con la forma de San Nicolás e incluso de cervezas de Navidad (bush de Noël).
Una de las costumbres más típicas de la mayoría de las ciudades son los mercadillos de Navidad.

NOCHEBUENA

Durante la Nochebuena, los belgas celebran la cena de Navidad, que incluye pavo relleno y un postre especial llamado “la bûche de Noël”, que es un pastel hecho con crema.
Después de la cena familiar se va a la misa del gallo.
Aunque San Nicolás ya trajo los regalos el 5 de diciembre, en el interior de las familias se intercambian presentes el mismo día de Navidad. Estos regalos aparecen debajo del árbol o en medias colgadas cerca del fuego, después de tomar un desayuno en el que el protagonista es un pan dulce llamado “cougnolle” y que tiene la forma del Niño Jesús.
En este día de Navidad también se hace comida familiar y es costumbre salir a patinar una vez terminada. Grandes y pequeños se ponen sus patines y se echan a rodar o si, el frío lo permite, a deslizarse sobre las aguas heladas de un río.

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NOCHEVIEJA

La nochevieja se celebra con los amigos, es más festiva y se brinda cuando acaba el año.
El día de Año Nuevo se dedica a visitar a la familia y el plato fuerte de esta comida familiar es la “choucroutte”, que es un plato de col fermentada cocida con salchichas, bacon y patatas, y que simboliza el desear fortuna para todo el año.

 COSTUMBRES

Cuando llega el mes de diciembre, Bélgica se prepara para recibir la Navidad.

 SAN NICOLÁS

Según la tradición belga, el 4 de diciembre llega un barco desde España, en el que llegan San Nicolás y su acompañante Zwarte Piets (Pedro el Negro), para ver los niños que han sido buenos, y dos días más tarde (la noche del 5 al 6 de diciembre) vuelven, descendiendo por las chimeneas de las casas para dejar regalos. Las familias dejan zapatos cerca  de los radiadores o las chimeneas de las casas, para que Zwarte Piets los llene con dulces, galletas o figuritas de chocolate si se han portado bien; los niños que se han portado “menos bien” tendrán que conformarse con un puñado de ramitas en el zapato.

BELÉN

Los hogares y las iglesias belgas colocan sus belenes cuando se acerca la Navidad. Algunos de ellos tienes el mérito de haber sido tallados a mano muchos años antes o incluso siglos atrás.

MERCADILLOS

Una de las costumbres más típicas de la mayoría de las ciudades son los mercadillos de Navidad. Muy marcados, por la influencia de sus vecinos, los alemanes; en estos mercadillos puede encontrarse desde dulces, hasta platos típicos belgas o de cualquier otro país, por supuesto los gofres nunca faltan, pero también figuritas para el árbol. Lo más típico en estos mercadillos es el vino caliente. Un buen trago de este vino puede quitarle todo el frío acumulado en el paseo. 
Estos mercadillos concurren en las plazas de todo el país. Grandes y pequeños pasan los días previos a la Nochebuena comprando sus adornos navideños en ellos.
Los mercadillos de Brujas son los más característicos de toda Bélgica, la ciudad entera respira aromas de pino y ponche.
Un mercadillo bastante grande es el de Bruselas donde también se instalan una pista de patinaje sobre hielo y hasta una noria. Entre los puestos de comida podemos encontrar desde comida oriental, hasta las típicas salchichas alemanas y con mención especial un puesto de churros español.
Por la noche, el protagonismo es para el árbol y el pesebre instalados en la Grand Place.

LOS REYES MAGOS

El día de reyes no es festivo en Bélgica, pero se come un pastel especial llamado “savoy” que es un bizcocho con un haba en el interior para coronar rey a quien la encuentre.
En algunos pueblos pequeños sigue viva una tradición que hace ir a tres hombre vestidos de Reyes Magos de casa en casa, cantando villancicos. A cambio la gente los obsequian con dulces y comida típica navideña.




Navidad en Francia

La Navidad en Francia

 

Los franceses, pese a pertenecer a una de las sociedades más laicas del mundo, no escapan a la magia de la época navideña


PARÍS, Francia, dic. 17, 2007.- Los múltiples foquitos que iluminan los 415 árboles de la avenida de los Campos Elíseos, los espectaculares escaparates de los grandes almacenes, un gigantesco pino con esferas y adornos en la explanada de la catedral de Notre Dame. Todo eso anuncia con bombo y platillo que la Navidad ya está al alcance de la mano.
La sociedad francesa, una de las más laicas y secularizantes en el mundo, deja de lado la dimensión religiosa de las fiestas decembrinas y prefiere concentrarse en su aspecto cultural, y éste evoca la necesidad de ideales que estén más allá de lo cotidiano.
Sí, en estas fechas hasta el más ateo ve claro que no hay vida sin esperanza y que la humanidad tiene que detenerse cíclicamente para analizar sus actos, reflexionar, cargar sus fantasmas y espantar sus demonios. Le hace falta salpicar la existencia con la paz, el amor y la justicia, o al menos soñar con hacerlo.
Dicho ciclo corresponde precisamente al periodo navideño; la Navidad abre la tregua a los conflictos, nos dulcifica, en teoría.
Las ilusiones se pueden comprar en los mercados navideños que proliferan en estos días en las plazas de las ciudades galas y en las tiendas de ensueño, abarrotadas de gente buscando el regalo perfecto para amigos y familiares. Además del obsequio, hace falta un hogar lujosamente decorado y una mesa festiva. Alrededor del 15 de diciembre se instala en las casas un pino o abeto, de preferencia natural, fresco y fragante, con lucecitas intermitentes.
La furia consumidora parece apoderarse de las masas que invaden los comercios. Cada francés se gastará en estas fiestas mil 400 dólares, el 65% estará destinado a regalos y el 22% a alimentos.
Los niños ya han hecho la lista de obsequios que piden a “Père Noel”, la versión gala de Santa Claus.
La Nochebuena y la Navidad, que en Francia se llama Noel, son un momento tradicionalmente familiar. La cena del 24 de diciembre constituye sin duda la culminación de las celebraciones.
Alrededor de una mesa hermosamente adornada con velas y ramitas de acebo, se sientan juntos familiares y seres queridos para compartir la felicidad en paz y derrochando afecto.
Todos celebran entre abrazos, besos, brindis y manjares tradicionales, dignos de los dioses. Entre las exquisitas tentaciones que hay que degustar en esa mágica noche figuran: el foie-gras (paté de hígado de pato o de oca), el pavo asado, la morcilla blanca y los ostiones. El postre navideño por excelencia es la “buche de Noel”, un pastel en forma de tronco, recubierto de chocolate y relleno de crema o trufa. Vinos y champaña deleitan los paladares más exigentes.
Antes de ir a la cama, los niños colocan sus zapatos frente a la chimenea. La creencia es que por ella pasa Père Noel con un gran saco lleno de obsequios, que luego coloca en el calzado de los infantes. Lo hace mientras los pequeños, poseídos por la sana ilusión, duermen. Los regalos se abren el día 25 por la mañana. Estalla el entusiasmo o la decepción. Libros, accesorios electrónicos y ropa son en este 2007 los presentes más vendidos.
Otra linda costumbre, un auténtico lujo en plena era de los celulares, Internet y los SMS, es el intercambio de tarjetas navideñas impresas en cartulina con mensajes de buenos deseos.
Éstas llegan por correo tradicional, igual que en el siglo pasado. Entre los franceses hay fascinación por enviarlas y, aún mas, recibirlas. Un simple gesto que sirve para anunciar al prójimo que esta sociedad todavía no se ha dejado deshumanizar por la modernidad.
¡Joyeux Noel!

Navidad en Italia

Navidad en Italia

Para los italianos, la Navidad es una fiesta que hay que pasar en compañía de la familia, degustando los platillos del ‘cenone’ y abriendo los regalos del 'Babbo Natale'

ROMA, Italia, dic 19, 2007.- “Navidad con los tuyos, Pascua con quien quieres”, este lema, muy conocido en Italia, puede bien explicar la importancia para los italianos de pasar con sus familias el día más importante del año.
Una tradición a la que los italianos (en particular en el sur del país) no pueden renunciar, es pasar junto a sus seres queridos la víspera de Navidad, el 24 de diciembre, cuando las familias se reúnen para disfrutar del famoso “cenone navideño”, la cena que precede la medianoche.

EL MENÚ NAVIDEÑO

El “cenone” italiano tiene sus reglas, la primera de las cuales es comer exclusivamente pescado. Hay que recordar que los menús no son iguales en todas las regiones italianas, pero sí hay algunos platos típicos como los vegetales fritos (una tradición romana), tartinas y ensalada de pescado, para empezar con las entradas.
Hablando de Italia no puede faltar un plato de pasta, entre los más típicos están la pasta con salsa de tomates y atún, spaghetti con almejas u otros mariscos.
El día 25 se puede comer carne. El plato principal es sin duda la pasta al horno, un timbal de pasta con salsa de tomate, carne, trocitos de mozzarella y parmigiano (queso) arriba. Un plato de carne muy apreciado es el arrosto, la carne asada y el rosbif.
Tanto el 24 como el 25 y los días siguientes, no faltan los dulces típicos navideños. ¡En Italia no es Navidad si no hay dulces! El más famoso en todo el mundo es el panettone (pastel de Navidad), cuya versión tradicional nació en la ciudad de Milán.
Al pasar de los años han sido creados tipos diferentes tanto del panettone como del Pandoro, muy parecido al panettone pero sin canditi (dulces).

EL ÁRBOL Y EL PESEBRE

Según la tradición, el Árbol de Navidad aparece en las casas italianas a partir del 8 de diciembre, el día de la celebración de la Imaculada, cuando las familias empiezan a preparar tanto el árbol como el pesebre.
Poner el pesebre es una tradición muy apreciada en el país, los italianos buscan siempre dar un toque muy personal al pesebre que montan en su hogar.
Uno de los pesebres más famosos es el de Greccio, un pequeño pueblo cerca de Roma, donde San Francisco de Asís presentó el primer pesebre viviente en 1223.
 Árbol y pesebre se quedan en las casas italianas hasta el día de Reyes, 6 de enero, la fiesta llamada “Epifanía” o mejor conocida como la “Befana”.
Los niños esperan a la "Befana", una viejecita que vuela sobre una escoba y entra por las chimeneas para dejar los dulces y regalos para todos. Todos menos los que no se han portado bien, para ellos la “Befana” sólo llevará carbón (dulce, ¡por supuesto!).
Los niños italianos, como los de todo el mundo, son los que más aprovechan de estos días de fiesta. En la ciudad de Roma hay una tradición muy fuerte y querida por los romanos, que es la de llevar los niños frente al famoso “Bambinillo” para que le puedan dedicar sus cartas y sus poesías. Estamos hablando de la estatua del Santo Niño, guardada en la iglesia de Santa María in Ara Coeli, situada al lado del “Campidoglio” (sede del Ayuntamiento de Roma, al lado de la plaza Venecia), que según la leyenda tendría poderes milagrosos y frente a la cual los más pequeños hacen la cola para leer sus obras y pedir protección y bendiciones para sus familias.
El momento sin embargo más esperado por todos los niños es la Nochebuena, cuando llega “Babbo Natale” (el nombre italiano de Santa Claus) que llevará consigo los regalos deseados durante todo el año.
A muchos adultos italianos les gusta disfrazarse de Babbo Natale. Para interpretar este personaje legendario este año en una ciudad del centro de Italia se llevará al cabo un curso para ser un perfecto “Babbo Natale”, al final se premiará el Babbo Natale del año.

Navidad en Alemania


Navidad en Alemania

Costumbres
Adviento
Antes de Navidad, los alemanes hacen una corona de Adviento que consta de ramas de pino verde y cuatro velas. En cada uno de los cuatro domingos antes de Navidad, se enciende una vela. El domingo siguiente se enciende una vela más. El Adviento es el tiempo antes de Navidad que dura más o menos cinco semanas. Durante ese tiempo, hay muchos mercados donde se pueden comer salchichas o comidas dulces y tomar vino caliente.

Los artesanos ofrecen allí sus productos, tales como adornos para navidad y productos de madera como juguetes e imágenes religiosas. Se preparan galletas de varios tipos que sólo se comen durante este tiempo. En Alemania es también muy común el “Stollen” (pan dulce con pasas y azúcar en polvo).

En nuestro Calendario del Adviento se puede abrir cada día una puerta y ver que hay adentro.
Nochebuena
En Alemania la Navidad se celebra el 24, 25 y 26 de diciembre. Se adorna la casa con motivos navideños como, árboles, pirámides, ángelitos y estrellas de papel o paja.
La comida típica de navidad es cordero, pato, pescado, salchichas o ensalada de papas o de fideos. Después de la comida, se colocan los regalos debajo del árbol. También es una costumbre que todos los miembros de la familia reciban un plato lleno de dulces y frutas; la familia canta canciones de navidad como la conocida “Heilige Nacht, Stille Nacht” (Noche de Paz.) y a medianoche la gente va a misa.
El 25 y el 26 se visitan a los parientes y se sirven los mismos platos del 24 de diciembre.
Recetas

Christstollen (para 2 porciones)


Primer paso:
Ingredientes:
200 gr almendras cuadraditas
200 gr nueces cuadraditos
240 gr leche tibia
360 gr harina de trigo
110 gr polvos de hornear

Preparación:
Añada las almendras y los nueces a la leche y déjelo 15 minutos.
Amase los ingredientes restantes, cubra la masa con una tela y déjela 20 minutos.

Segundo paso:
Ingredientes:
450 gr harina de trigo
300 gr mantequilla
100 gr miel
15 gr sal
8 - 10 gr condimientos ( según el gusto: anís, clavos de olor, canela, culandro)
5 yemas
1 cáscara rallada del limón

Preparación:
Amase todos los ingredientes y añada la masa del primer paso. Amase toda esa masa. Déjela 10 minutos y después añada los nueces y las almendras. Corte la masa en dos partes iguales y aplaste y extienda la masa. Repítalo 2 veces para que la superficie de la masa tenga tensión. póngala al bandeja del horno que está untada. Una vez lista póngala al horno aproximadamente 60 minutos (190 grados). Después unte el "Stollen" y esparza el azúcar por eso. El día siguiente esparza el azúcar en polvo por todo.

Vino caliente

Ingredientes:
1 l vino tinto seco
1 limón
2 palitos de canela
3 clavos de olor
3 cucharas de azúcar

Preparación:
Caliente el vino tinto y corte el limón en rodajas. Añada el limón junto con su cáscara y los otros ingredientes al vino tinto y caliéntelo ca. 5 minutos. Después espere una hora para que repose.
Antes de servir caliente otra vez y pase por el colador.

martes, 6 de noviembre de 2012

Navidad en Argentina



La Navidad en Argentina


La noche del 24 la familia se reúne, es decir los hijos y esposas (os) vienen a la casa de los padres, con los niños y previamente se han puesto de acuerdo para traer parte del menú que se comerá esa noche, como es pleno verano hace muchísimo calor (ej. espinal al 1/2 día), entonces la comida son ensaladas frías como la waldorf, carne asada, cerdo agridulce entre otras, en cuanto bebidas alcohólicas se toma la sidra, es muy parecida al vino cariñoso (porque está hecha con manzana) y de las costumbres Europeas les queda, que no iría  porque como sabes allá están en Invierno, el comer turrones y el pan dulce, nosotros lo llamamos panetone, tiene fruta abrillanta almendras y nueces. Justo a las 12 se quema muchísima pólvora, entre la familia se dan un beso y abrazo al igual que con los amigos. Entre los regalos que se dan eso si es cierto a las mujeres se les regala patines color rosa, para la buena suerte, a los niños casi siempre son juguetes o algo que tenga que ver con su equipo de fútbol favorito. En cuanto a la noche del 31, es parecido pero ya no está toda la familia, porque por ejemplo si mi marido y yo la pasamos con los padres de él entonces el 31 le correspondería que la pasáramos con los míos, o donde un hermano(a) o amigos, pero como te digo ya no es tan importante. Pues también hay veces en que ya algunos han partido a veranear (vacaciones) en algún lugar. La noche de las velitas, no existe aquí, lo que sí se celebra es el día de la virgen (8 de Dic).